Operarios de la planta asfáltica del Ministerio de obras Públicas y Comunicaciones con asiento en Concepción, que trabajan en Paso Barreto, asistieron a una garza blanca que se desplomó al suelo por falta de agua.

Es el ave que se moría de sed y calor

El hecho se produjo ayer, miércoles a la tarde, en la zona de Paso Barreto, cuando los funcionarios estaban retornando a Concepción tras sus tareas habituales. «Cuando nos quedamos a auxiliar a un compañero, vimos que una garza volaba bajo y de repente se desplomó a tierra, no dudé en alzarla y noté que estaba sedienta», dijo Juan Aveiro, que acudió al auxilio del aves.

Indicó que de inmediato le bañaron y le dieron agua y cuando se recuperó llegaron hasta Laguna Peñayo, donde liberaron al aves, que con fuerza volvió a volar. «Tras darle agua le largamos en Laguna Penayo, nos sentimos muy contentos por salvarle la vida a la Garza Blanca», dijo Aveiro.

El gesto es muy loable de Aveiro y sus compañeros, quienes no duraron prestar ayuda al aves que es una especie muy conocida en el sector del río Aquidabán. Sin embargo, no habría encontrado una fuente de agua y con el intenso calor perdió la fuerza para volar.